“Momentum” Sexenal

Por: Roy Lavcevic

“Mometum” palabra en latín que significa movimiento, usualmente utilizado en física para describir un cuerpo en movimiento gracias a un impulso inicial. También empleado en finanzas para referirse al movimiento y tendencia de los activos (acciones), ante un cambio del precio y de acuerdo a su magnitud seguirá una tendencia (alcista o bajista).

Algo así es lo que ha tratado de generar el nuevo Gobierno, un “Momentum”, para proyectar buenas perspectivas ante los ciudadanos luego de dos sexenios de estancamiento económico.

Un gran pacto con las fuerzas de oposición, una lista de reformas importantes – entiéndase por importante la necesidad de realizarlas (Qué) pero no necesariamente buenas en su planteamiento (Cómo) – y una campaña mediática agresiva.

Es cierto que las buenas perspectivas pueden generar buenas expectativas y que estas son un factor importante en el ánimo de la gente, los inversionistas y en la economía en general, sin embargo al final la economía no se mueve por publicidad ni reformas extensas en papel de escritorio plasmadas de buenos objetivos. La economía responde a factores reales.

Las cifras son claras e irrefutables. En el primer semestre la economía creció tan solo 1% anualizado, la activada industrial se redujo en 1.5%, la inversión fija bruta -3.1%, el sector construcción -9.5%. Otros indicadores no son alentadores como descender en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) para ocupar al lugar 55. Esto nos da una clara muestra que la economía no se moverá por buenas intenciones ni una agenda legislativa hiperactiva. Lo que importa para la economía son los incentivos, políticas públicas efectivas y sus acciones que estimulen a la inversión, empleo y consumo.

Una reforma laboral, al termino del anterior sexenio, que solo “etiquetó” como empleo formal al que antes se considerado informal o prácticas que no estaban reguladas (ver artículos Reforma Laboral y Crecimiento). Una reforma en telecomunicaciones que aun esta pendiente de ver si en la práctica será efectiva ante los monopolios. Una reforma financiera con buenos objetivos pero alejada de acciones en ese sentido, sino dirigida a afianzas el poder de la banca extranjera y ahondar la falta de crédito a las PYMES. (ver Reforma Financiera, ¿Ilusión de Reforma?). Una Reforma energética que busca desarrollar al sector por medio de la inversión privada lo que implicaría “privatizar” parte las utilidades petroleras. (ver PEMEX: Un negocio rentable). Y para finalizar este último trimestre una Reforma Hacendaria que más que eso pareciera una miscelánea fiscal, castigando aun mas a los contribuyentes cautivos y sin ningún compromiso del Gobierno por ejercer un gasto responsable (eficiente, austero y limitado).

Por el lado externo asoma nuevamente la recesión, U.S. al borde de la parálisis gubernamental por falta de acuerdos en su presupuesto, la posibilidad de una reducción de incentivos monetarios (alza de tasas) y en México a destiempo se anunció lo contrario (disminución de tasas). Mientras otros países reducen impuestos para estimular sus economías aquí se aplica un freno en seco.

El panorama no se muestra alentador y a diez meses de gobierno parece que ese “Momentum” se desvanece ante la realidad.

Roy Lavcevic
rlavcevic@anei.org.mx

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