“Un falaz canto de las sirenas”, la propuesta de reforma laboral presentada por el PAN: Enrique de la Garza

Reduce el costo laboral y promueve condiciones salariales raquíticas A 15 días de que venza el plazo lo mejor sería rechazar la iniciativa con el fin de realizar un análisis serio

Como “un falaz canto de las sirenas” calificó el doctor Enrique de la Garza Toledo, profesor distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la propuesta de Reforma Laboral promovida por Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de México, presentada hace unos días por la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Congreso de la Unión.

Los cambios fundamentales de la Reforma no sólo reducen el costo laboral y promueven condiciones salariales raquíticas, sino que es atentatorio de los actuales derechos de los trabajadores, refirió en entrevista el doctor en Estudios Sociales.

El profesor-investigador del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa sostuvo que la flexibilidad en la contratación de los trabajadores, uno de los temas fundamentales que destacan, propone diversos tipos de contratación que atentan contra la seguridad en el empleo.

Sugiere que las contrataciones se realicen por aprendizaje, es decir, que la contratación dependa de la apropiación del conocimiento; a prueba de su desempeño laboral; por hora y días determinados, atentando con la jornada normal de ocho horas diarias y seis días a la semana, y por temporada de periodos cortos sin ninguna responsabilidad del patrón en términos de indemnizaciones.

Este tipo de contrataciones, como asegura Felipe Calderón, dará oportunidad de empleo a los jóvenes que llegan a la edad laboral y opciones a muchas mujeres, pero en condiciones precarias, cuyos sueldos no permitirán una vida decorosa debido a la reducción del salario mínimo en México.

La iniciativa de reforma elimina la posibilidad del escalafón o ascenso laboral por antigüedad y sugiere el ascenso por productividad; contempla la contratación llamada multihabilidades, en la que el trabajador será contratado para desempeñar cualquier función o puesto; la flexibilidad en la jornada laboral y días de descanso, considerados generalmente sábado y domingo, a cualquier día de la semana sin remuneración económica extra.

El Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009 indicó que con estas reformas más que garantizar los derechos de los trabajadores, reduce severamente las restricciones que confieren poder de decisión a los directivos, que a costa del trabajador, buscan una empresa más productiva y eficiente.

Los derechos colectivos o sindicales de los trabajadores es el segundo tema severamente afectado, pues es realmente atentatorio no sólo de los actuales derechos laborales, sino de la libertad de formar sindicatos, de contratación colectiva y de realizar huelga, indicó el investigador.

Ejemplo de ello es el derecho a negociar entre el sindicato y el patrón el pago de salarios caídos en caso de huelga, pues la reforma propone un tope máximo de seis meses, después de éstos se exime el pago; estipula también un arbitraje obligatorio de la Junta de Conciliación y Arbitraje para determinar la existencia de una huelga.

La firma de nuevos Contratos Colectivos incrementa el trámite burocrático difícil de cumplir al exigir la lista completa de trabajadores, que ésta coincida con la nómina del patrón y con el registro de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Son pocos los aspectos positivos de esta iniciativa como la elección de los dirigentes sindicales por voto secreto, la obligación de los sindicatos a la publicación del estado financiero, la protección a la mujer embarazada y el otorgamiento de cuidados paternos a los hombres, vigentes en los países de Europa, y protecciones para los trabajadores agrícolas.

De ser aprobada la iniciativa aplicaría para los trabajadores actualmente contratados por ser el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) una ley inferior a la Ley Federal del Trabajo; en ese sentido los CCT tendrían que adecuarse a la nueva Ley.

El académico estimó que la aprobación de ésta dependerá de un cálculo político de los partidos mayoritarios –Acción Nacional y Revolucionario Institucional–; sin embargo, a 15 días de que venza el plazo lo mejor sería rechazar la iniciativa con el fin de realizar un análisis serio.