Paga Pemex a 230 empleados por no trabajar

Conservan obreros plaza y sueldo durante 7 años; sólo matan el tiempo

Pemex encontró la fórmula para convertir una planta petroquímica productora de amoniaco en un elefante blanco que durante casi siete años ha pagado sus sueldos íntegros a 230 empleados por hacer… ¡nada! Pero ahí no paran las pérdidas.

Mientras los trabajadores de Pemex matan el tiempo, los que sí laboran son los empleados de una fundidora de Monterrey, quienes desmantelan un equipo valuado en 15 millones de pesos y que la paraestatal vendió en el 2008 como chatarra a un centavo el kilo.

En el 2003, el Consejo de Administración de Pemex dispuso que la petroquímica de Camargo, Chihuahua, fundada hace 43 años, era incosteable, pese a producir más de 400 toneladas diarias de amoniaco para la elaboración de fertilizante y que surtió por décadas al agro de todo el País.

El sindicato petrolero, con amenazas de realizar un movimiento nacional, logró resistir y conservar sus tres turnos y que no se despidiera a ningún empleado, pese a que la paraestatal no produce ya ni un gramo del químico y a que sus empleados, en el mejor de los casos, sólo efectúan labores de mantenimiento.

Los 230 obreros cumplen religiosamente con sus "turnos" y hasta descansan un día a la semana.

Muchos de los empleados dedican gran parte de sus horas de "trabajo" a jugar cartas, damas o a simplemente esperar que el reloj marque la hora de salida.

"Los sueldos varían por categorías", explicó Pedro, un universitario que hace 12 años heredó la plaza de obrero de su padre, pero que desde hace seis sólo se dedica a cumplir su horario y que, gracias a un ascenso que recibió cuando ya estaba parada la planta, está asignado al área de Finanzas de la paraestatal.

"Van de obreros, ayudantes y oficinistas a profesionistas, con sueldos de hasta 15 mil pesos mensuales como máximo y 8 mil como mínimo".

Sin embargo, a Pedro le preocupa que, tarde o temprano, la empresa desaparezca del todo.

"El sindicato ha hecho gestiones y hasta lo imposible por convencer al Gobierno federal de reactivar la planta petroquímica, pero lamentablemente hay cosas que están fuera del alcance y hasta de nuestra comprensión", dijo.

Un obrero narró que poco antes del paro llegaron equipos nue-vos para la instalación de una moderna planta alterna, pero que la maquinaria fue vendida por Pemex como chatarra a una fundidora de Monterrey.

"Destruyeron en el año 2008 los equipos nuevecitos frente a nuestros ojos porque Petróleos Mexicanos vendió los equipos nuevos, y estamos hablando de equipos de 50 toneladas, con un costo aproximado de 15 millones de pesos cada equipo de importación, para venderlos a centavo el kilo", dijo molesto.

Los gobiernos estatal y municipal, Diputados, Senadores y lideres sociales y políticos han solicitado la reapertura de la planta, pero la Federación lo considera inviable por la baja demanda de amoniaco.

En pasado mes de mayo de este año, el entonces Gobernador José Reyes Baeza Terrazas aseguró que él mismo había promovido ante autoridades federales la reactivación de la petroquímica de Camargo.

"Ojalá que se pueda resolver, para bien no sólo de los trabajadores de la propia petroquímica nacional, sino también de los camarguenses y de los ciudadanos del centro y sur del Estado", detalló el Mandatario.

Afuera de la planta, una policía interna complementada por efectivos militares impide todo paso a gente ajena a la empresa.

Aunque se buscó la versión de directivos de Pemex y líderes sindicales de esta petroquímica, no accedieron a ser entrevistados.Enrique Lomas

Camargo, Chihuahua  (14 noviembre 2010).