No culpemos al obrero de la falta de #Productividad

Aumentar la productividad no es responsabilidad, ni está en las capacidades del obrero/empleado. Es una responsabilidad de la administración/dirección de la empresa. Incluye seleccionar bien a los colaboradores; compensarlos adecuadamente; capacitarlos y EQUIPARLOS, además de organizar las actividades conjuntas en una forma ágil y eficiente.

En una empresa donde no hay productividad, el responsable no es el obrero sino el directivo. 

Sin embargo, en un país estancado por décadas y con escasez permanente de capital, la gran mayoría de las empresas/gobiernos/organizaciones, operan sin buena dirección; sin capital suficiente y sin adecuados procesos. Pero esa situación también se ha creado por las élites directivas, empresariales, políticas e intelectuales, incompetentes y dogmáticas. 

El obrero sufre de todo esto, pero no es, ni de lejos, el responsable o culpable.

Se le está ladrando al árbol equivocado.

Debido a lo anterior, aplicar bajos salarios, dizque porque no hay aumento en productividad,  es castigar doblemente al obrero: primero, pidiéndole que trabaje con las uñas en ambientes desorganizados y sucios y segundo congelando los salarios que se originan por malas políticas económicas.

Ya deberíamos superar estos “dogmas”, sobre todo, ante los pésimos resultados de congelar los salarios y ante los logros de descongelarlos.

Fernando Turner Dávila

Presidente Fundador

Asociación Nacional de Empresarios Independientes, A.C.

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