5 argumentos para subir salario mínimo

Fuente: CNN Expansión 

Por Carmen Luna

 

CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Los desacuerdos por un aumento en el salario mínimo van al alza, algunos agentes económicos como empresarios o el Banco de México (Banxico) advierten que no puede darse un incremento sin que primero haya mayores niveles de productividad de los trabajadores, pero especialistas aseguran que algunas afirmaciones son erróneas.

Te presentamos los 5 argumentos por qué sí puede subir el salario mínimo.

1. No está ligado a la productividad. Los expertos indican que el salario mínimo no depende únicamente de la productividad. “No tiene sentido vincular el aumento del salario mínimo con la productividad. La mayor prueba es que en términos reales en los últimos 25 años su poder adquisitivo ha caído 70%, mientras que la productividad no ha caído en esa magnitud”, dijo el académico del Colegio de México, Gerardo Esquivel.

En el primer trimestre de 2014, el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE) con base en horas trabajadas creció 0.3% anual, de acuerdo con el INEGI.

El salario mínimo diario promedio en el país es de 65.58 pesos -1,994 pesos al mes- y se estima que 13.70% de la población ocupada, poco más de 6 millones de mexicanos, gana solo un salario mínimo.

En esta gráfica del Banco de México se muestra el incremento de la productividad en los últimos años con base a las horas trabajadas, la cual ha generado una baja en los costos unitarios de la mano de obra.

 

productividad.jpgFuente: Banxico

2. No se necesita un decreto: Algunos empresarios y economistas han advertido que no es posible incrementar el salario solo por decreto. Sin embargo los expertos consultados por CNNExpansión refieren que se necesita un acuerdo entre empresas, Gobierno y trabajadores.

“De corto plazo pueden generarse esquemas que permitan un incremento de los salarios como una disminución en los impuestos de la nómina de las empresas para que se traslade al aumento del salario”, dijo el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz.

Además, se requeriría del compromiso del Gobierno federal para que el salario se incremente conforme a la productividad, así como un acuerdo de sindicatos y trabajadores para que haya un aumento constante de su productividad.

“No se cargaría todo el peso a las empresas y sería algo más alcanzable que los 80 pesos diarios (que propone Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del DF) o los 206 pesos (del Partido Acción Nacional) y no se estaría a la espera de incrementar la productividad”, dijo De la Cruz.

3. Aumento acotado. Los que critican la propuesta de incrementarlo aseguran que no se puede aumentar el salario en general. En este punto los economistas coincidieron en que el aumento debe ser a una población objetivo, en particular a los que ganan de uno a tres salarios mínimos, ya que el salario medio tiene una dinámica diferente y depende del mercado o de negociaciones colectivas.

4. Desvincular el salario de multas y créditos. Para no evadir la discusión de un alza en el salario, se requiere que éste deje de ser una referencia económica para establecer multas o fijar créditos.

“En cualquier punto de partida debe desligarse de ser una simple medida económica como de multas o créditos, sino exclusivamente de los ingresos de los que menos ganan”, comentó Salomón Chertorivski, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito Federal.

5. Fortalecer a la economía formal. La última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI arrojó que el 57.8% de la población ocupada se encuentra en la informalidad, es decir 28.6 millones de personas no tienen garantía de que se les pague conforme a la ley. Los expertos consideran que incrementar el salario mínimo atraería la formalidad a muchos trabajadores que hoy no lo son.

Desde 1970 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomendó que la fijación de salarios debe ser un elemento de toda política establecida para eliminar la pobreza y para asegurar la satisfacción de las necesidades de todos los trabajadores y sus familias. Además, tendría que ajustarse con el tiempo para tomar en cuenta los cambios en el costo de la vida.

«Se requiere la cooperación de varios actores y si no hay voluntad política no se ve muy viable (el aumento en el salario), pero esto no debe evitar que se discuta», recalcó Gerardo Esquivel.

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