Reforma energética fracasará si no bajan tarifas eléctricas: expertos

Fuente: El Financiero.

Por Sergio Meana.

Debido a que en México las tarifas de luz en el sector industrial casi se han triplicado de 1993 a 2013, si éstas no disminuyen en ese sector ni en el comercial y residencial, la reforma energética puede fracasar, advierte reporte del organismo Diálogo Interamericano.

 

CIUDAD DE MÉXICO.- Los altos precios de la electricidad reducen la competitividad del país en todos los niveles, especialmente contra las fábricas estadounidenses, detalla Diálogo Interamericano en un reporte sobre el sector eléctrico y la reforma energética.

En México las tarifas de luz en el sector industrial, que emplea a más de 93 por ciento de la fuerza laboral del país, se han casi triplicado de 1993 a 2013 al pasar de 45 dólares por megawatt hora (MWh) a 120 dólares, detalla el documento.

De hecho, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) calcula que en México se pagan tarifas 25 por ciento más caras que en Estados Unidos en promedio, y por sector, hasta 69 por ciento a nivel industrial, 135 por ciento a nivel comercial, y 149 por ciento en las residencias de alto consumo.

Si bien el éxito de la industria eléctrica depende de una correcta ejecución del sector extractivo, que a nivel de inversión detonará montos mucho mayores, sin una disminución en las tarifas de luz a nivel industrial y posteriormente en el nivel comercial y residencial, la reforma fracasará, advierte el organismo.

El reporte “Un futuro más brillante para México: la promesa y el reto de la reforma energética”, del Diálogo Interamericano, grupo de pensamiento que incluye a 100 de las personalidades más distinguidas de todo el continente americano y cuyo consejo de dirección copreside Ernesto Zedillo Ponce de León, asegura que tanto el crecimiento económico del país como la balanza comercial dependen de ello, concretamente de que las tarifas a nivel industrial bajen.

“Con una proyección de crecimiento de 4 por ciento anual en la demanda de poder eléctrico entre 2012 y 2026, México necesita invertir en su desmoronada red eléctrica e incrementar su capacidad de generación para aumentar la oferta y disminuir los costos”, señala el reporte.

PROMESAS CARAS

Parte del problema radica en que 80 por ciento del costo de generación depende del combustible que se utilice y en México 20 por ciento de dicho proceso se hace con combustóleo, que es entre cuatro y seis veces más caro que el gas natural utilizado en la Unión Americana.

Reducir estas tarifas de precios en un periodo de dos años luego de que sean aprobadas las leyes secundarias es un plazo que han descartado Lisa Viscidi, directora del Programa, y Paul Shortell, asistente del Programa de Energía, Cambio Climático e Industrias Extractivas del Diálogo Interamericano.

“La promesa del presidente Enrique Peña Nieto de disminuir los precios de electricidad en dos años después de que sean aprobadas las leyes secundarias es muy poco probable que se materialice dada la línea de tiempo que se necesita para establecer un nuevo marco de trabajo.
“Tan sólo en transmitir al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) se establece un periodo de 18 meses, pero la coordinación ineficiente y la poca capacidad de cumplir con los tiempos retrasarían incluso un poco más el proceso”, indica una de las autoras del Diálogo Interamericano en el documento de estudio.

GENERACIÓN, EL PRIMER BENEFICIADO

A pesar de que no es viable ver resultados en dos años, de todas maneras el sector eléctrico y en especial la CFE, serán los primeros afectados por los cambios constitucionales en la materia.

Para Lucas Aristizabal, analista líder del sector energético para Fitch Ratings, Petróleos Mexicanos (Pemex) sentirá los efectos de la reforma después que la CFE.

“La CFE podría ver el impacto de la reforma energética antes que Pemex”, dijo Aristizabal.

Incluso las ventas al sector industrial que dan a CFE los márgenes más altos de ventas estarán en riesgo si no disminuyen las tarifas de la paraestatal al sector y los particulares encuentran la forma de dar el servicio con mejores precios, señala el analista de Fitch.

“La CFE seguirá siendo estratégicamente importante por sus nexos al gobierno, situación que mantendrá su calificación. Sin embargo los retos post-reforma para la CFE incluyen una pérdida de su demanda industrial –sector que le deja el mayor margen– y una dificultad para alcanzar sus metas de ingresos”, señaló Aristizabal.

Otra razón por la que será el sector eléctrico el que más beneficios dé a los mexicanos en el corto plazo es que al remediarse las fallas en las redes eléctricas cuya antigüedad y mal funcionamiento causan pérdidas técnicas y no técnicas a la CFE, el bolsillo de los mexicanos resultará beneficiado, dijo Juan Acra, presidente de la Comisión de Energía de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

“Ninguna empresa aguanta ese nivel de pérdidas y por supuesto que al final del día esas ineficiencias eléctricas las pagamos todos los mexicanos, tenemos unas de las tarifas más caras”, explicó.

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