La longitud de la pista

Por José De Nigris Felán
Las dimensiones de una pista dependen del aeropuerto en el que se encuentra, el tipo de aviones que la usarán o la altura sobre el nivel del mar a la que se encuentra. Hay pequeñas de varios cientos de metros de largo. La pista más larga del mundo es la del aeropuerto Qamdo Bamda en la región del Tíbet (China), con una longitud de 5.5 kilómetros a una altitud de 4 mil 400 metros sobre el nivel del mar.

Por motivos de trabajo tengo la oportunidad de volar con cierta frecuencia y no deja de sorprenderme, en cada vuelo que tomo, lo que implica que un avión comercial (digamos un Boeing 777) de unas 300 toneladas con 300 pasajeros sea capaz de levantarse, sostenerse en el aire por horas y aterrizar sin problemas del otro lado del mundo. Mis recuerdos más vivos sobre despegue o aterrizaje son de hace muchos años.

Recuerdo un despegue en la pista del aeropuerto de Monclova/Frontera en el que me tocó sentarme en el asiento del copiloto de una pequeña avioneta. Justo cuando la avioneta se elevó vimos que un coyote se había atravesado cuando ya estábamos a unos metros del suelo. Al parecer el aeropuerto no tenía mucho tráfico y la fauna era bienvenida. También recuerdo que hace unos 25 años en un vuelo con TAESA, de la Ciudad de México a Saltillo, nos recibía una tormenta sobre la sierra de Zapalinamé.

El piloto hizo dos intentos fallidos de aterrizar y, entre uno y otro, mi vecino de asiento le decía a la señora que iba en la ventana que lo que estaba tratando de hacer el piloto era casi suicida. La señora no volaba con frecuencia y parecía muy nerviosa, las palabras de su compañero de fila la hicieron entrar casi en pánico. Yo me daba cuenta que no era un aterrizaje normal, pero quise intervenir para calmarla diciéndole que el señor del asiento central estaba exagerando. El vecino del asiento de en medio, sin inmutarse, nos dijo que él sí sabía lo que decía porque era el piloto que llevaría el avión de regreso de Saltillo a Ciudad de México.

En tiempos en que la mitad de los mexicanos nos consideramos expertos en aviación, después de tanto ruido sobre el aeropuerto cancelado en Texcoco y la novedad del de Santa Lucía, pudiera parecer una broma o provocación ponernos a hablar con metáforas de aviación. Sin embargo, creo que la idea de una pista desde la que se despega es una imagen adecuada para comentar sobre el estado que guardan las cosas en México.

Tenemos un avión grande y complicado en el que vamos todos los mexicanos.

El avión está a cargo de un capitán y su tripulación, la cual acaba de tomar el avión de manos de otro capitán y otra tripulación, que a su vez lo recibió de otros que lo tuvieron bajo su mando antes. Por unos 30 años, seis capitanes y sus tripulaciones trataron, con limitado éxito, de encontrar los manuales e instrucciones para hacer que el avión despegara.

Seguimos en la pista y los pasajeros están impacientes. Más de la mitad del avión sobrevive con cacahuates. Los que van en primera clase menos preocupados porque llevan más espacio y comodidades, pero aun así algunos de ellos, como muchos de los que van en clase económica, se muestran preocupados porque no es claro si el avión levantará antes de que la pista se termine. Cada quien en su asiento, pero pocos tienen claro que todos vamos en el mismo avión.

Todos saben que el nuevo piloto tomó el avión a media pista, pero eso no les prohíbe exigirle que levante el avión ya. A final de cuentas hay prisa por levantar el vuelo, y el comandante y su tripulación deben reconocer que aunque mantengan a los pasajeros informados a cada minuto, hayan cambiado de manual e instrucciones o les hayan dado el avión a media pista, es urgente despegar porque la pista, como la paciencia, se puede acabar antes de lo que pensamos.

Fuente: https://vanguardia.com.mx/articulo/la-longitud-de-la-pista#.XNhm1-CIFWY.twitter