Ana Sofía Varela, la mexicana que busca hacer útil el CO2 de la industria

Lo que quiero es una manera de reciclarlo, usando energía eléctrica, preferentemente renovable, pero que sea energía limpia y poderlo convertir en compuestos a base de Carbono también, que puedan ser usados como insumos por la industria química o como hidrocarburos, como combustibles”, dice la científica

Tomado de: Antimio Cruz / Crónica
Dia de publicación: 2019-04-07

La tecnología para convertir el dióxido de carbono (CO2) en nuevos materiales que puedan ser usados como combustible o como insumos industriales tiene que encontrar catalizadores más baratos para que pueda ser usada en todo el mundo, no como ocurre actualmente con los catalizadores de cobre, oro y plata. El trabajo que hacemos en la UNAM es identificar y desarrollar estos nuevos catalizadores con materiales más baratos, dijo en entrevista Ana Sofía Varela Guasque, mexicana que hace dos semanas fue reconocida por la UNESCO como una de las 15 jóvenes científicas más prometedoras de todo el mundo.

Hija de dos padres científicos, Ana Sofía labora actualmente en el Instituto de Química, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y dice sentir mucho agradecimiento hacia sus padres que desde niña le inculcaron la curiosidad y lo motivaron para tratar de seguir entendiendo el mundo.

Esta investigadora, experta en electrocatálisis, fue distinguida como una de las 15 jóvenes científicas más prometedoras de todo el mundo y recibió, en París, el reconocimiento International Rising Talents, por sus investigaciones sobre cómo reutilizar el dióxido de carbono de manera sustentable.

“Este reconocimiento es una sorpresa para mí. Nunca me lo había planteado. Mi máximo deseo era trabajar en la UNAM y ya lo conseguí, pero este reconocimiento de la UNESCO no me lo había imaginado”, dice Varela Guasque, egresada de la Facultad de Química de la Universidad Nacional y con estudios de maestría y doctorado en España, Dinamarca y Alemania.

“En lo particular a mí lo que me interesa es trabajar con el dióxido de carbono, que actualmente está de moda, pero de una manera negativa, porque se le ve como un contribuidor al calentamiento global. Lo que quiero es una manera de reciclarlo, usando energía eléctrica, preferentemente renovable, pero que sea energía limpia y poderlo convertir en compuestos, a base de carbono también, que puedan ser usados como insumos por la industria química o como hidrocarburos, como combustibles”, dice la científica que lleva diez años continuos desarrollando su línea de investigación sobre reaprovechamiento del CO2.

“Yo me dedico a la electrocatálisis, que es un área de la química que relaciona la electricidad con las reacciones químicas. Esto es lo que vemos normalmente en las pilas. En las pilas lo que vemos es una reacción química que genera una corriente eléctrica, y yo me dedico a la reacción opuesta, es decir, usar electricidad para provocar reacciones químicas que no ocurren en condiciones normales”, agrega la investigadora que pasó varios años realizando estudios de posgrado en Europa.

TALENTO EMERGENTE. Para llegar a integrar el grupo de 15 científicas más prometedoras, seleccionado por la UNESCO y la Fundación L’Oreal, Ana Sofía Varela fue evaluada dentro de un grupo preseleccionado de 280 becarias nacionales y regionales del programa L’Oréal-UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia, presente en todos los continentes.

En 2017, la doctora Varela había sido una de las cinco ganadoras de las becas atribuidas en forma conjunta por este programa junto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Quienes la habían distinguido antes que la UNESCO ya afirmaban que esta mexicana está llamada a jugar un papel crucial en los próximos años, porque sus investigaciones tienen que ver con uno de los temas que más interesan a la humanidad: reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para limitar los efectos del cambio climático mediante el recurso a energías renovables.

“El gran desafío que enfrentan los científicos consiste en transformar el CO2 porque, cualquiera sea la evolución, el mundo está condenado a seguir consumiendo combustibles fósiles en las próximas décadas. La única forma de enfrentar ese reto es transformarlo para obtener —en forma artificial— el mismo resultado que logran las plantas naturalmente”, dijo en París la química mexicana, tras recibir el reconocimiento de la UNESCO.
CATALIZADORES DE BAJO COSTO. Actualmente, además de dar clases, los trabajos en laboratorio de la doctora Varela tienen como objetivo encontrar materiales de bajo costo que faciliten el proceso de transformación de moléculas de CO2, es decir catalizadores que normalmente son metales (cobre, oro o plata). Los materiales que ella estudia usan, como alternativa, base de carbono, que es mucho más abundante.

“Lo que siempre he estudiado es la reducción de CO2; esta reacción pretende usar la energía eléctrica como fuente de energía para transformarla en compuestos a base de carbono que sirvan como precursores en la industria química, o incluso como combustibles”, indica la investigadora.
“Lo que hago es ciencia básica. Entender un proceso químico que en un futuro contribuya a convertir las emisiones de CO2 y reducir los niveles que tenemos en la atmósfera. Trabajamos con pilas de hidrógeno, es decir, alimentamos con hidrógeno y brillamos una corriente eléctrica, buscamos materiales para hacer este proceso lo más eficiente posible”, explicó.

La investigadora de la Máxima Casa de Estudios comentó que el CO2 es visto como un gas de efecto invernadero y causante del cambio climático, por lo que “la idea es migrar a energías renovables y dejar de usar combustibles fósiles”.
Sin embargo, señaló que dicho proceso será tardado y nada sencillo, por lo que este aporte representa una alternativa de qué se puede hacer con el dióxido de carbono.

La doctora Varela dice que el punto de vista de las mujeres enriquece a la ciencia, porque en la historia de la ciencia los avances surgen de puntos de vista diferentes y las mujeres tienen una manera diferente de abordar los problemas, en comparación con los hombres.
“Creo que es importante tener modelos de mujeres científicas para que las mujeres jóvenes tengan con quiénes identificarse y así poder construir poco a poco a una mayor equidad en la ciencia”, aseveró.

http://www.cronica.com.mx/notas/2019/1115533.html