Actividad industrial con números pobres

Fuente: Excélsior.

El Vie, 14 de Marzo de 2014, 00:20 am, por Pedro Alonso

Cuando externo mi preocupación porque las cosas siguen en la economía mexicana sin dar señales de mejoría, créame, amigo lector, que lo hago porque es lo que percibo y con el deseo de que pronto haya evidencia que señale en sentido contrario y, en ese caso, que estoy equivocado.

Pero no ha sido así. Ayer se publicaron por parte de INEGI, los datos de la actividad industrial al mes de enero pasado que resultaron en un crecimiento de 0.7% anual y 0.5%, si se considera las cifras desestacionalizadas.

Lo mejor que puedo decir de 0.7% es que es una cifra positiva después de dos negativas consecutivas (noviembre y diciembre de 2013) y que en promedio durante 2013 la actividad industrial fue -0.5%. Sólo cuatro de los ocho meses del año pasado mostraron comparaciones positivas, respecto de un año previo. A todas luces, el año fue fatal.

Durante 2013 y ahora, en enero de 2014, el único sector que tiene un comportamiento bueno, es el de manufactura, que sabemos está ligado a la actividad industrial de Estados Unidos a través de las exportaciones del sector automotriz, lo que no deja de ser un alivio, pues además que sigue siendo un sector competitivo a nivel global, es el que contiene mucho valor agregado. Y como usted sabe, la economía si no genera valor agregado es preeconomía.

Además, la actividad manufacturera es lo que resulta en un factor de diferenciación respecto de otras economías emergentes, pues habla de nuestro proceso de industrialización, mientras que a muchas del mismo “barrio” se les vincula con la producción de materia prima, de commodities, que por definición son bienes sin diferenciación y sin valor agregado.

El sector de la construcción sigue siendo un dolor de cabeza. Desde diciembre de 2012, en términos anuales, no ha tenido una cifra de crecimiento positiva, mes a mes y en el mismo sentido de lo escrito párrafos antes. Creo que lo que mejor puedo decir es que el -2.5% del sector en enero de 2013, no es peor que la cifra de diciembre 2012.

Al interior del sector de la construcción, la edificación de vivienda tuvo en enero un caída de 0.7% anual, que es el menor número negativo en catorce meses, en tanto que el subsector de obras de ingeniería civil cayó 10.5%. El dato habla por sí mismo.

Sabemos de sobra los problemas por los que ha atravesado —y en donde está aún— este sector, con honrosas excepciones y que aún falta un tramo largo por recorrer para salir de la zona complicada; hay que estar preparados para ello y para una reestructuración del sector. Aquí, el crédito es fundamental y por el momento, brilla por su ausencia.

La obra civil, por su parte, está vinculada a las acciones del sector público, que a menos que usted me diga lo contrario, no da señales de vida en este aspecto. Y si las da, aún no se notan. Algo tendría que ocurrir y pronto, son, por lo menos, señales claras acerca de ello.

Y desde luego, esto no ayuda a mejorar el comportamiento del mercado accionario mexicano. Usted sabe que pienso que el componente más importante de esto es lo que ocurre en el exterior, pero como dije, el comportamiento de la economía doméstica sí que juega un papel relevante.

Hace unos días escribí en este espacio que el nivel de 37 mil puntos del IPC podía ser la siguiente zona de soporte. Esto fue el lunes pasado (usted lo leyó el martes) cuando el indicador cerró en 38,671. Ayer cerró en 38,037, habiendo visitado los 37,850 en algún momento de la jornada.

Así que los 37,000 puntos, no están tan lejos. Durante todo 2014 el IPC ha bajado continuamente, en el orden de 12%. Y claro que no basta hablar de ello e incluso aventurarlo, en mi caso, a partir de herramientas técnicas. Pero habría que entender el mensaje que está mandando. No todo tiene qué ver con el exterior. Alguien tendría que hacerle caso al IPC. Suerte.

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