Equipo incapaz

(Fuente: El Universal, febrero 3 2009)

Enrique del Val Blanco

En tiempos de crisis es cuando mejor se conoce si los gobiernos están a la altura de las circunstancias. Lo que estamos viendo del gobierno mexicano deja mucho que desear.

No se ve un equipo homogéneo con dirección clara. Varios secretarios de despacho parecen no tener la menor idea de cuál es su responsabilidad en el momento crucial que estamos viviendo. Toman decisiones o proponen soluciones que son ampliamente rechazadas, por no ajustarse a la realidad y por causar conflictos mayores que se hubieran atendido o, si ello no fue posible, por lo menos hacer entender con claridad a la población las causas. Pero la realidad es que esto no sucede, ni se les ocurre.

Un ejemplo claro es la Secretaría de Agricultura, donde se están acumulando los problemas: primero, las absurdas declaraciones de los aumentos del diesel marino, hasta que las movilizaciones los obligaron a modificarlos y proponer algo que si se hubiera hecho desde el inicio del conflicto quizá hubiera dejado satisfechos a los pescadores. Ahora nadie está contento.

Otro problema latente en esa secretaría es la definición del ingreso objetivo mínimo para los diferentes productos agrícolas. De nueva cuenta tuvieron en contra a las organizaciones campesinas, a los propietarios e incluso a los secretarios estatales de desarrollo agropecuario. En suma, a todos. Por eso es que cada día las movilizaciones aumentan, al igual que es mayor la incapacidad de los funcionarios para resolver los problemas que se les presentan.

En un tema tan importante hoy como es el económico, hemos visto las discrepancias entre el secretario de Hacienda y el gobernador del Banco de México sobre las previsiones para nuestra economía durante este año.

Por desgracia, seguramente las más reales son las del gobernador del banco central, pero provocan desasosiego en todos los sectores económicos; incluso el Presidente intervino con una declaración desafortunada. Por su parte, el secretario de Economía está borrado de la escena, pues su único mérito para ocupar esa cartera es su amistad con el Presidente, y hemos visto cómo incluso los empresarios no le reconocen autoridad ni capacidad.

En el caso de la renunciada o despedida subsecretaria de Comunicaciones, el asunto es ya escandaloso pues, según se ha mencionado, implica hasta escuchas ilegales con el objeto de denostar y defenestrar al secretario.

Pero ahora que se ha ido aparecen irregularidades de cuando fue responsable del sistema postal. Seguramente la Secretaría de la Función Pública estará actuando, o eso esperamos, pues es otra dependencia que tampoco ha estado a la altura.

Podríamos continuar ejemplificando, pero lo urgente es el trabajo de equipo, en el que los secretarios actúen de manera conjunta para demostrar a la población que hay rumbo, más allá de campañas mediáticas que cada vez más gente no cree. Prueba de ello son las movilizaciones cada día más grandes en varias partes del país. O demuestran capacidad o mejor que renuncien. O los renuncien.

Analista político y economista